UNA PERLA EN EL ATLÁNTICO

                     
            La historia de Mar del Plata es la de un discreto pueblo formado en torno a un saladero que, en apenas treinta años, se transformó en el principal centro de veraneo de la burguesía argentina, destino de presidentes, empresarios, terratenientes, artistas e intelectuales. La ambición de las obras públicas, la suntuosidad arquitectónica y la modernidad de su infraestructura la convirtieron, entre 1890 y 1930, en el principal centro turístico de la costa Atlántica, sólo comparable a Atlantic City, al otro extremo del continente. Bitácora de América presenta un recorrido por la Ciudad Feliz, en sus años de mayor esplendor.   



La playa Bristol en 1888, con el  Muelle Luro en primer plano.



                La llegada del Ferrocarril del Sur en 1886 y la inauguración del faraónico Bristol Hotel en 1888 impulsaron el desarrollo urbanístico y demográfico que convirtieron a Mar del Plata en un balneario de elite. Casi inmediatamente las familias más ricas del país comenzaron a  construir sus mansiones de verano en las proximidades de las playas del Bristol. 





Estación Ferroviaria hacia 1900.

El Bristol Hotel-Casino, inaugurado en 1888, en Luro y Entre Ríos.


Salón comedor del Bristol Hotel. 1895

                 La playa Bristol fue desde sus orígenes el corazón de la costa marplatense y estuvo íntimamente ligada a la rambla. Las casillas de madera construidas en la playa se unieron con un corredor de madera cubierto de toldos que se comunicaba con el Bristol Hotel a través de un puente de madera. Esta rambla primitiva fue destruida por un temporal en 1890.
           Ese mismo año el presidente Carlos Pellegrini, asiduo concurrente al balneario, organizó las suscripciones para construir una nueva rambla, que llevaría su nombre. La Rambla Pellegrini, también de madera, tenía doscientos cincuenta metros de largo y estaba construida sobre pilotes de madera de cuatro metros de altura para evitar los embates del mar. Contaba con casillas-vestuario para los bañistas y con una moderna galería de locales comerciales. Fue destruida por un incendio el 1 de noviembre de 1905.
              En 1906 se inauguró la Rambla Lasalle, donada por el empresario de los juegos de azar José Lasalle. La nueva rambla contaba con cuatro pabellones y una galería, todo cubierto con toldos corredizos. La nueva estructura contaba con servicios a la altura de los más modernos balnearios, como piletas con agua de mar fría y caliente, locales comerciales, pista de patinaje, cine, confitería y salones de juego. Fue destruida por un maremoto en 1912.
                 La Rambla Bristol, símbolo de la época dorada, fue inaugurada el 13 de enero de 1913. Fue una obra monumental que recordaba a ciertas calles de París, por lo cual recibió el sobrenombre de Rambla Francesa. Tenía una longitud de cuatrocientos metros, dividida en tres secciones, una terraza que daba al mar y una galería sobre columnas apareadas, un pórtico que daba a la ciudad con arcadas sostenidas por pilares. La obra se remataba con cuatro cúpulas, dos hacia la playa y dos hacia la ciudad. Fue desmontada en 1938 para la construcción de la actual Rambla Casino.


La Rambla Pellegrini, inaugurada en 1890 y destruida por un incendio en noviembre de 1905.


Rambla Lasalle, la tercera, inaugurada en 1906 y destruida por un maremoto en 1912.



Inauguración de la monumental Rambla Bristol en 1913. 



Ingreso a la Rambla Bristol en 1915.


Pérgola de hierro y vidrio en la Rambla Bristol, a la altura de San Martín. 1915


                Entre las numerosas obras públicas que constituyeron el crecimiento del casco urbano y le valieron el estatuto de ciudad en 1907, cabe destacar los edificios públicos, como la Municipalidad y el asilo para huérfanos, los paseos abiertos, el puerto, las piletas públicas y el club de golf.  


Belvedere en 1904. Donado por Ernesto Torquinst, luego se llamó Torre Pueyrredón y finalmente Torreón del Monje.  



La primera Municipalidad. 1905


Catedral, aún sin su cúpula. 1910


Casi solitario en la Loma, el exclusivo Golf Club de Mar del Plata, en 1910.


1912. Asilo para huérfanos Saturnino Unzue, hoy espacio cultural, en Santa Cruz y la costa.


Pileta Giaccaglia, actual Punta Iglesia, en 1921.


                 Desde 1890 se sucedió la construcción de villas residenciales, verdaderas mansiones o palacetes,  ubicadas frente a la costa, en las inmediaciones de la rambla, del Bristol Hotel, de la Plaza Colón y en las lomas de Santa Cecilia y Stella Maris. Se trata de construcciones estilisticamente variadas y eclécticas, que alternan la arquitectura francesa normanda con la arquitectura inglesa y hasta alemana. Algunas, ya de la década de 1920, ya presentan manifestaciones estilísticas más definidas y comienzan a utilizar las características piedras de las canteras marplatenses.  




Palacete de Casimiro Polledo (izquierda) en Sarmiento y Boulevard Marítimo, en la actual ubicación del Hotel Hermitage. 1918

Chalet de María Unzue de Alvear. 1916

Chalet Ventafridda. La Perla. 1920

Villa Atlantis, en Peralta Ramos y Lamadrid. 1920

Chateau des Anges, Brown y Olavarría, en 1924.

Villa Santa Paula, perteneciente a Dardo Rocha, aun en pie, en Garay y Lamadrid.


Vista del Paseo General Paz 1921. A la izquierda se puede apreciar el Bristol Hotel, en el centro el edificio cuadrado del Club Mar del Plata y a la derecha la Rambla Bristol.